Astrología Esencial X Astrología Accidental
En palabras de la Sra. Emy:
“Hay dos puntos de vista en Astrología: la Esencia de la Vida y los Accidentes de la Vida. La Esencia de la Vida es lo que trato de enseñar: la Perfecta Vida Divina existente por la Luz en cada ser; donde cada uno tiene una misión esencial en la realización de esta fase existencial que es Actuar (Ascendente), Pensar (Sol), Sentir (Luna) y Ejecutar (Medio cielo). ¡Esto es esencial! Cuando una persona llega a comprender el equilibrio y la fuerza que existe en toda esta Fuerza Divina, tomando conciencia de ella, nada más la aflige ni la asusta, y siente dentro de sí la fuerza que el Creador le dio a cada criatura. Esto es lo más importante: lo esencial que debemos conocer en todo niño, desde su primer aliento.
Pero también están los Accidentes de la Vida, la Astrología Accidental, los acontecimientos, la forma, las clases, las luchas, las alegrías y los valores de la vida, determinados por la posición de los planetas en la carta natal, y que dan paso en que todo crecerá, luchará y madurará en nosotros: la forma de esta existencia.
Hay astrólogos que, en primer lugar, apuntan a la Esencia de la Vida con todas sus perfecciones, luchas y maduraciones y, este es el que elegí, convencido de que el Gran Sabio Arquitecto de la Vida hizo algo muy perfecto y que su perfección es en todo lo que creó. ¡Esta es la convicción que quiero dar a todas las madres!
Y hay astrólogos que ven primero los aspectos de los planetas en la carta natal: Urano en cuadratura con Mercurio, Marte opuesto al Sol. Esto es Astrología Accidental, y eso hay que interpretarlo después de conocer lo Esencial, la Fuerza del ser para crecer y madurar.
Personalmente, no puedo trabajar con nadie que anteponga lo accidental a lo esencial. Lo Esencial es la Fuerza Divina en la Sabiduría de la Ciencia Cósmica. Lo Accidental, se llama Astrología Jurídica, el juicio del ser según nuestra “metodización de los conceptos”.
Esta es la razón por la que desde Arriba dividieron a los dos. No juzgaremos, ni criticaremos, ni nos arrepentiremos”.
Emma de Mascheville